El proceso educativo no se desarrolla aisladamente, es un fenómeno
social que involucra a educadores y educandos, dentro de un contexto
histórico y socio cultural determinado.
La Sociología, que se ocupa de conocer la sociedad, puede brindar un
valioso instrumento para entender ciertos hechos que favorecen o
dificultan el aprendizaje escolar, y la tarea de enseñanza: los
problemas de conducta, la violencia escolar, la apatía, el desinterés
por aprender, la discriminación, la deserción escolar, etcétera,
aplicando un análisis macro sociológico, al estudio micro sociológico de
la realidad áulica.
Todos conocemos la influencia de la sociedad en el individuo, en ese
caso en educadores y educandos, pero la Sociología estudia este campo de
modo sistemático, explicando la realidad y prediciendo sucesos.
La Sociología de la Educación estudia la institución escolar en su
estructura y como dinámica en sí misma, y relacionada con otras
instituciones, como la familia, el Estado, los clubes, y demás
situaciones y hechos.
La escuela es un reflejo de lo que se vive afuera de ella. Los niños
traen a la escuela los conflictos familiares, los que tienen con sus
vecinos, que muchas veces son sus compañeros de curso; los problemas
económicos (si sus padres no tienen trabajo, o les pagan poco), los
mensajes violentos que observan en la calle, en su propio hogar, o que
les transmiten los medios masivos de comunicación o los video juegos.
Educar en el siglo XXI no es tarea fácil, y eso se debe al cambio
social operado en las últimas décadas. Gran cantidad de inmigrantes,
requiere incorporar al currículum el tema de la aceptación de los
compañeros extranjeros y su integración; la violencia social amerita un
tratamiento del diálogo como mecanismo de resolución de conflictos; los
mensajes que los medios de comunicación transmiten exigen un debate
crítico y la sociedad democrática necesita que desde la educación, se
fomente el diálogo, la cooperación, la escucha activa y la opinión
fundada.